Hasta ahora todas las baterías portátiles tenían una característica común: la necesidad de cargarlos previamente. Hasta la llegada de JAQ, una batería externa que utiliza tarjetas de un solo uso llenas de agua y sal.
JAQ consta de dos piezas: una funda que convierte el agua con sal en energía para nuestro equipo y las tarjetas. Cada tarjeta tiene 2.400 mAh. Las grandes ventajas son que podemos llevar tantas cargas como queramos y que la funda-cargador funciona con cualquier dispositivo al poderse enchufar cualquier cable.
La principal desventaja es que es necesaria una tarjeta por carga, el precio por tarjeta rondaría el euro. La funda (200 gramos) con las tarjetas (40 gramos/unidad) cabe en la palma de una mano. JAQ sale a la venta a finales de año y los precios oscilarán alrededor de los 90 euros por la funda-cargador y nueve euros por el pack de diez tarjetas.
Fuente: tectonnews
