lunes, 23 de febrero de 2015

Xiaomi crece un 186% en el último año



“Hace tres años hubiese dado cualquier cosa por tener un iPhone, pero como no tenía trabajo me compré un Xiaomi Mi2S porque era barato y me habían dicho que funcionaba bien. Ahora ya puedo permitirme cualquier teléfono, pero paso de Apple y de Samsung. Estoy esperando a que me llegue el nuevo Xiaomi NotePro”.

El ejemplo de Wu Yue, un joven ingeniero residente en Shanghái, refleja a la perfección el camino que ha recorrido Xiaomi en China. Sólo hace cuatro años que lanzó su primer smartphone, destinado a los internautas jóvenes y publicitado con vídeos cutres en los que se mostraba su resistencia poniéndolo en el camino de un coche en marcha, y ahora es la startup más valorada del mundo -40.000 millones de euros- y la empresa que ha conseguido lo que parecía imposible: arrebatarle a Samsung el primer puesto en el podio de ventas en el país más poblado del planeta.

Sucedió por primera vez durante el segundo trimestre del año pasado y muchos creyeron que sería algo coyuntural. Pero los datos de IDC son rotundos y demuestran que en 2014 Xiaomi se colgó la medalla de oro en el mercado más apetitoso del mundo: acabó el año con una cuota del 12,5%, cuatro décimas por encima del coloso surcoreano, y se encaramó a la tercera posición en el ranking global.

Y no se trata de algo puntual. De hecho, la trayectoria de ambos demuestra que el sector se encuentra en un punto de inflexión: mientras Samsung cayó en China un 22,4% con respecto a los datos de 2013, la compañía que dirigen Lei Jun -Consejero Delegado- y Lin Bin -Presidente- creció nada menos que un 186,5% en tasa anualizada.

Por su parte, aunque el año pasado Apple ni siquiera se aupó al top 5 de fabricantes, los datos del último trimestre reflejan el poderío de las dos versiones del iPhone 6, que otorgaron a la manzana mordida el segundo puesto a 1,4 puntos porcentuales de Xiaomi, y auguran para este año una guerra sin cuartel entre el Xiaomi Note y el móvil de Apple.

Ambos han sabido arrebatarle a Samsung el interés de los consumidores chinos por los phablets pero, ¿cómo ha conseguido Xiaomi un éxito tan fulgurante? Lin Bin lo explicó con claridad en una entrevista con este periodista: “La clave está en la relación calidad-precio”.

La clave está en la calidad-precio

Xiaomi ofrece teléfonos móviles de prestaciones elevadas a un precio muy atractivo. Y lo consigue gracias al hecho de que únicamente vende sus terminales en internet y que lo hace sin apenas gastar en publicidad. “Eso nos permite eliminar todos los costos relacionados con el canal de venta, que pueden superar incluso el 30% del precio del teléfono. Con la penetración que internet tiene ahora en China y en casi todo el mundo, ese gasto es innecesario”, explica Lin.

“Y lo mismo sucede con el marketing. Nuestro presupuesto en promoción al estilo clásico es mínimo: nos volcamos en las redes sociales y contamos con la ventaja de una comunidad implicada que ayuda a la creación de la imagen de marca en la red. El costo de esa publicidad es casi cero, y así es como podemos ofrecer las mismas prestaciones que nuestros competidores, o incluso más, a un 50% del precio”.

Además, a diferencia de otras almidonadas marcas chinas como Huawei o ZTE, Xiaomi ha sabido crear una imagen joven y desenfadada. Tanto que el año pasado colocó dos millones de conejos de peluche, la mascota de la empresa, entre muchos otros accesorios que dejan más beneficios que los propios terminales. Porque, a pesar de que el año pasado vendió más de 61 millones de móviles -y este año se ha puesto el listón en los cien millones-, Xiaomi sólo obtuvo unos beneficios de 40 millones de euros, calderilla para cualquier otro fabricante de su tamaño.

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