Aunque ya llevan unos años en el mercado, el uso de cigarros electrónicos (e-cig) se ha popularizado especialmente en los últimos meses.
Aunque ya llevan unos años en el mercado, el uso de cigarros electrónicos (e-cig) se ha popularizado especialmente en los últimos meses. Con la llegada de la Navidad y los buenos propósitos de Año Nuevo, son muchos quienes se plantean regalarlo a sus seres queridos en estas fiestas, pero corren el riesgo de perderse entre tanto modelo y nombre extraño. A continuación les ofrecemos una serie de consejos para que la compra del cigarrillo electrónico no se convierta en un fiasco ni un quebradero de cabeza.
¿Qué es un cigarro electrónico?
En primer lugar es importante comprender en qué consiste un cigarro electrónico. Hay que ser consciente de que no se comercializa como un método para dejar de fumar y que puede contener nicotina (lo que queda a decisión del consumidor). También hay que conocer sus componentes y cómo funciona, para así poder decidir eficazmente qué es lo que vamos a comprar.
El cigarro electrónico habitual suele dividirse en dos piezas, una es la batería y otra el cartucho (que dependiendo de su modelo puede llamarse de un modo u otro). Los cartuchos se rellenan con líquidos y tienen una resistencia en su interior. Al activar la batería, la resistencia se calienta y el líquido se convierte en vapor; es este vapor el que aspira el usuario.
La batería tiene un cargador que puede enchufarse a un puerto usb o a la corriente eléctrica, y los packs de inicio suelen contener dos, para poder seguir utilizando el cigarrillo electrónico mientras una de las baterías se está cargando.
Elegir un buen modelo, la clave del éxito
De la elección del modelo de e-cig va a depender la eficacia del cigarro electrónico y, muy importante, su rentabilidad económica a largo plazo. Existen muchos tipos de cigarro electrónico, pero se podrían dividir principalmente entre recargables y de un solo uso.
Los e-cig de un solo uso se venden desde hace tiempo en farmacias y otros establecimientos, pero tienen dos desventajas: en primer lugar, no se pueden recargar, por lo que una vez que se han gastado, hay que comprar otro dispositivo nuevo. En segundo lugar, su capacidad de provocar al fumador una sensación parecida a la de un cigarrillo auténtico es bastante menor.
Los e-cig recargables son los más utilizados y contienen un cartucho recargable. Dentro de esta clase existen diversos modelos, como EGO -de la marca Joyetech-, que es es el más utilizado y, al estar más extendido, sus recambios son más económicos, sencillos de encontrar y variados.
Los cigarrillos de este tipo contienen un cartucho que se puede recargar según el líquido se va consumiendo. Los cartuchos más utilizados actualmente se denominan "claromizadores" y dependiendo de su tamaño tienen capacidad para más o menos cantidad de líquido, lo que hará que tengamos que recargar el líquido cada menos o más tiempo. Aunque los hay de diferentes modelos, el concepto siempre es el mismo: en su interior contienen un material que se empapa en el líquido y una resistencia que lo calienta cuando se acciona la batería.
Tanto en las tiendas online como en las tiendas físicas disponen de gran cantidad de cartuchos (además de los "claromizadores" existen las "tanquetas" y los "cartomizadores", por ejemplo) y baterías. Una vez que ya se dispone de un cigarro electrónico, merece la pena investigar sobre ellos y tal vez probar las diferentes opciones para ver cuál se adapta mejor a nuestros gustos. No obstante, es mejor comenzar por lo más sencillo para no sentirse abrumado por la cantidad de productos disponibles.
Los líquidos: Nicotina, sabor, tamaño y marca
Los líquidos suelen contener cuatro sustancias -propilenglicol y glicerina vegetal (empleadas en las industrias alimentaria y farmacéutica, entre otras), agua destilada, nicotina y saborizantes alimentarios- y sirven para cualquier modelo de e-cig siempre y cuando sea recargable. Hay una amplia variedad de líquidos en el mercado, por lo que es importante tener claros algunos conceptos a la hora de elegirlos:
- Tamaño: los líquidos se venden en varios formatos; los botes de 10 ml y 30 ml son los más habituales. Aunque dependerá del uso que cada fumador haga de su dispositivo, un bote de 10 ml puede durar unos 5 días.
- Nicotina: el usuario puede elegir la cantidad de nicotina que contiene cada bote: 0 mg, 6 mg, 8 mg, 12 mg, 16 mg y 18 mg. La decisión de consumir líquidos con nicotina o sin ella es personal y cada usuario debe sopesar los pros y los contras teniendo en cuenta la toxicidad de esta sustancia.
- Sabor: Hay una amplia gama en el mercado, sabores que intentan imitar al tabaco, frutales, con sabor a menta, a postres e incluso a bebidas energéticas. Una buena opción para una persona que quiera iniciarse en el mundo del cigarrillo electrónico es escoger sabores que puedan recordar ligeramente al tabaco, pero hay que tener en cuenta que nunca ningún sabor va a ser totalmente parecido al de un cigarrillo normal, por más que el vendedor nos lo asegure.
Un sabor muy apreciado por los "vapeadores" (como se define a los consumidores de cigarrillo electrónico) es el conocido como RY4, con un toque que recuerda al tabaco y una ligeras notas dulces.
- Marca: Con el auge del cigarrillo electrónico, cada vez hay más marcas disponibles en el mercado, por lo que es importante asegurarse de que consumimos marcas que hayan pasado todos los controles de calidad. Dekang, Hangseng e Inawera son algunas de las que ofrecen mejor relación calidad precio, mientras que marcas como Halo son muy codiciadas por su calidad, aunque algo más caras.
Hay que tener en cuenta que el precio dependerá de la marca, de si realizamos la compra en un establecimiento físico u online y del margen de beneficios que decida obtener cada tienda, pero oscila entre los 3 y los 7 euros por un bote de 10 ml.
¿Es saludable?
Aunque en los últimos meses han aparecido gran cantidad de informaciones alertando sobre los riesgos del cigarrillo electrónico, lo cierto es que no hay estudios concluyentes al respecto. Salvo la nicotina, las sustancias de los líquidos que han pasado todos los controles (saborizantes alimentarios, glicerina vegetal, propilenglicol y agua destilada) son empleados habitualmente en industrias como la alimentaria o la farmacéutica. Los riesgos que se estudian actualmente están centrados en saber si esos productos, inhalados en lugar de ingeridos como suelen emplearse, podrían provocar algún problema de salud.
Respecto a la nicotina, consumir líquidos que la contengan siempre será una decisión personal del usuario, ya que la mayoría de sabores y marcas pueden encontrarse con un contenido de 0 mg en nicotina. No obstante, y como estimación, según indican las cajetillas de Marlboro, cada cigarrillo contiene 1,2 mg de nicotina. Otras marcas, como Lucky Strike, por ejemplo, contienen 0,8 mg por cigarrillo; es decir, un fumador de Marlboro que consuma una cajetilla diaria consume 24 mg diarios. Esto sin tener en cuenta que además, un cigarrillo convencional puede llegar a contener además entre 3.000 y 4.000 sustancias más.
¿Dónde lo compro?
Aunque hace unos años la mayoría de usuarios tenía que recurrir a tiendas de Internet (españolas u extranjeras) para poder adquirir un cigarrillo electrónico o alguno de sus accesorios, en el último año las tiendas físicas se han extendido por todo el país.
Ambas opciones tienen sus ventajas y sus desventajas. La venta online suele ser más económica, pero hay que esperar a recibir el pedido y en muchas páginas web cobran gastos de envío, por lo puede no ser rentable si lo único que necesitamos son un par de líquidos. Los establecimientos físicos suelen ser algo más caros, aunque tienen la ventaja de la inmediatez. Hay una gran diferencia de precios entre distintos establecimientos, por lo que vale la pena tomarse un rato para comparar.
Para quien prefiere ir a tiro hecho o simplemente acaba de iniciarse en el mundo del cigarrillo electrónico, algunas páginas web recopilan
listados de tiendas y vendedores
Leído originalmente en: http://www.gaceta.es/reportajes/elegir-cigarro-electronico-morir-29052014-0941
